Sitiados
domingo, 12 de agosto de 2007
Al rato les movieron una piedra que les hacía de escondite, apuntando uno con una lanza, pues era el único arma con el que podían realmente dañar a alguien en su poder, y otro destapándose los oídos, preguntó, ya feliz de no escuchar románticos latinos, quién vivía.
"Las hemos desplazado. Volvieron a los centros comerciales, donde anidan y hacen cuartel. La ciudad está devastada. Vengan con nosotros al sótano, que parecen malheridos"
Lo acompañaron, a él y a su tropa, al sótano de una pequeña librería con olor a viejo, en donde se cruzaron con varios compañeros.
Etiquetas: argumento, una historia
posted by Diego at 23:44 0 comments