"No hay nada más práctico que una buena teoría, ni nada más impráctico que confundir teoría con cháchara"

Una buena teoría, entendida como un modelo, es como una herramienta práctica, a la hora de hacer cualquier cosa. Digamos, es más fácil cocinar una hamburguesa conociendo cómo (aquí entra en juego la teoría), que hacerlo por instinto. No estamos nacidos para trabajar con fuego, sartenes, ni carne picada.
La cháchara, a la hora de hacer cosas, no puede ser adoptada como modelo, sino que debe ser usada (si debe ser usada) como un paso, una herramienta más. En rioplatense: "gana minitas". Esta expresión, aparte de expresar que facilita la conquista de seres del género femenino, para la posterior recreación del apareamiento, expresa algo muy humano (también), que es eso de soportar cosas que no son tan buenas en principio, ni les tenemos tanto afecto, ni nos generan tanto placer, y hasta a veces disgusto, para llegar a un bien mayor. Discos de Maná, ropa incómoda, limpiar histéricamente la casa, decir boludeces que suenan a teoría, es todo parte de lo mismo. Mientras se utilicen estas cosas como herramientas todo va a estar bien, pero no podemos, NI DEBEMOS, construir ni justificar nada a partir de estas herramientas, que no son más que un elemento secundario a la teoría.
Claro que podemos vivir sin hacer elevadas teorías, ni postular grandes argumentos para todas nuestras actividades, pero de seguro que, queriendo postular cosas a partir de la cháchara, y aplicándolas, no vamos a poder vivir. Bien, al menos.
La cháchara sólo sirve para pasar el tiempo, digamos. No llegamos a ningún lado.

Etiquetas: